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Vivir por aburrimiento

Que la vida es algo fantástico que merece ser vivido ya nos lo han dicho muchas veces. Que puede ser una gran aventura, lo decía hasta Peter Pan. Que de vez en cuando se convierte en una travesía en el desierto, también lo sabemos. Pero lo de que hay que vivir, se quiera o no, es algo mucho más controvertido. 

Porque, vamos a ver. Uno nace. Te traen, incluso sin permiso. Y te encuentras lo que hay. No siempre te gusta, pero ya que estás, te pones a crecer. Suponiendo que naces en un país más o menos decente, te encuentras un entorno aceptable, vas a la escuela, aprendes algunas cosas, llegas a la adolescencia. Poco a poco, sin grandes problemas existenciales, vas entrando en la edad adulta. En algún momento del proceso te preguntas qué es lo que haces aquí, para qué has venido y cuál es tu misión. 

Ups. Palabra gigante. Tienes una misión. Lo peor es que tienes que descubrirla, no te la dan envuelta en un papelito, no viene empaquetada de manera personalizada para ti. No se paga con paypal. Incluso es posible que ni siquiera hayas pensado nunca en ello y, desde luego, no tienes la intención de salir a buscarla. Pones el piloto automático y vas tirando. Acabas de entrar en el modo D.

En el modo D de distraído puedes tirarte años. No necesariamente son malos años. Todo lo contrario. Afortunadamente, la vida tiene entretenimientos para todos los gustos. En ese modo D, muchos cumplen la vida que se supone que tienen que vivir. Estudian, trabajan, se casan, tienen hijos. Todo puede ser maravilloso. O no. 

Esta forma de vivir no es que nos guste. No la elegimos conscientemente. Pero, ya puestos, y una vez iniciado el proceso, cada vez nos resulta más difícil de cambiar.  Si alguna vez has estado en este punto, seguramente habrás llegado al caso de aceptar que, lo quieras o no, tienes que seguir. A menos que optes por el modo SR, o salida rápida. 

El modo SR tiene múltiples opciones. El problema es que te lleva a un enorme laberinto del que no siempre podrás retirarte, si es que más tarde quieres hacerlo. En el modo SR, uno se pierde entre justificaciones, sabotajes, descalificaciones y hasta formas de suicidio edulcorado. Es como morirse de disgustos, que se nota menos. 

Así que, ante esta situación, a veces por cobardía, otras por precaución, uno se ve obligado a vivir... Vivir por aburrimiento, por hacer algo, por rellenar el tiempo que le han dado, por cumplir los objetivos que le han dicho, por lo que sea, menos por sí mismo.

Por suerte, este juego de la vida ofrece otro modo. Es el modo V de vivir. Sí, da un poquito de miedo. Cuesta un poco avanzar en este nuevo modo, porque significa que tienes que entrar en tu panel de configuración y editar casi todo el contenido de tu vida. Te plantearás si tu trabajo te parece estimulante, si tu pareja todavía "te pone", si te gusta la casa o la ciudad en la que vives. Empezarás a tomar decisiones, y quienes te rodean, tu familia, tu jefe, tus amigos, se sentirán en la obligación de decirte todo lo que piensan. Se permitirán el lujo de aconsejarte. 

Efectivamente, esos primeros pasos en el modo V ponen en pie de guerra a todo tu público, acostumbrado a tu cordialidad, a tenerte fielmente amaestrado a su lado. Todos querrán opinar sobre tus nuevas decisiones, te dirán qué tienes que hacer a partir de ahora, cómo debes reciclarte, cómo re-encauzar tu vida.


Si has tenido la paciencia de llegar hasta aquí, tanto en el texto como en tu vida, tendrás la oportunidad de descubrir que a partir de ahora, en este modo V, es cuando comienza tu verdadera vida. 

Yo estoy aquí. ¿Vamos juntos?

4 comentarios:

  1. ¡Hola Valeria! Pues yo tambien me hallo en busca del modo V. De momento no tengo más remedio que vivir de lleno en el modo D, pero desde luego, no dejo que pase ni un solo día en el que no luche por ir construyendo poco a poco el V. A veces no queda más remedio que ser un poco "bimodal" e ir haciendo un poco de árbitro entre los dos para que no se "peleen" demasiado mientras el V va creciendo y va dejando que el D se vea cada vez más pequeñito. Con los años he aprendido que este proceso es en realidad parte del modo V, aunque no siempre lo parezca.
    Espero que tú si descubras como llegar directamente al V :)
    Un abrazo!

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    1. Bueno, yo he pasado ya hasta por el modo SR, y ahora voy dirigiéndome hacia el modo V. Caminos directos no sé si hay, porque en realidad el modo V es simplemente vivir... a todo trapo o como se pueda. Lo importante es disfrutar de la experiencia.
      Gracias por comentar.;)

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  2. Qué post tan lleno de intenciones para empezar tu blog! Me han encantado las denominaciones de modo D, modo SR y modo V ;-)

    Efectivamente, lleva un tiempo darse cuenta de que estás en un camino que no te pertenece por completo, y que simplemente sigues porque estás demasiado distraido, u ocupado con las "salidas rápidas", para hacer otra cosa.

    El artículo que he escrito para mañana está muy relacionado con esto que hablas, por eso me ha llamado la atención tu post (casualidades de la vida!), así que te invito a leerlo.

    Un abrazo!

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    1. ¡Me encantan las sincronías! Siempre he pensado que las ideas son como ondas que están por el aire, hasta que alguien las sintoniza, y entonces se expanden sin parar.
      Allí estaré para leer tu entrada.
      Gracias y un abrazo.

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